Vivir una ruptura amorosa es algo que no quisiéramos pasar. Pues lo que vivimos y sentimos es doloroso. Quisiéramos estar siempre bien, pero la realidad es que a veces pasamos por momentos difíciles que nos hacen crecer y cuestionarnos infinidad de cosas. Y es que terminar una relación amorosa o de amistad u otra es un proceso que nos afecta emocionalmente porque aparte de lo sentíamos hacia esa persona también teníamos proyectos y sueños junta a él o ella. Siempre que la vida nos desacomode va a generar incomodidad. En este caso estamos acostumbrados a esa relación y salir de ese estado genera miedos, incertidumbres y dolor, el cambio siempre…